Mantenimiento y limpieza:
Para que las lámparas iluminen perfectamente una estancia debemos asegurarnos que estén totalmente limpias, de forma que no impidan el paso de la luz.
Las lámparas pueden acumular una gran cantidad de polvo, y no siempre nos acordamos de ellas al hacer la limpieza del hogar, y si nos acordamos de ellas, pocas veces acertamos con la forma correcta de darle ese ‘repasito’ que necesitan. Sin embargo, mantener en buen estado este elemento imprescindible de nuestro hogar es factible, y la limpieza correcta hará que la lámpara luzca como el primer día,
Antes de realizar la limpieza es importante tener en cuenta que la lámpara no esté encendida y si es posible, desconectarla de la red eléctrica, no se debería volver a enchufar a la corriente hasta que la lámpara quede bien seca.
Ya sea de mesa, techo o pared, a la hora de elegir una lámpara nos podemos encontrar también con un amplio abanico de diseños elaborados en diversos materiales, por lo que en el momento de limpiarlas será necesario utilizar el utensilio adecuado. La especialista aconseja, por ejemplo, utilizar un plumero para las lámparas hechas con elementos naturales como el bambú o de papel, un cepillo suave para las pantallas de tela, un paño húmedo para las metálicas y para el vidrio. Y si se utiliza un producto de limpieza, es necesario asegurarse de que sea una solución suave, que no afecte al material de la lámpara.
Para un correcto mantenimiento se recomienda limpiar una vez al mes las lámparas, aunque también dependerá del tipo de luminaria y de su ubicación, sea de interior o exterior. Además hay que tener en cuenta algunas otras precauciones. Para la limpieza de lámparas de techo o colgantes, se debe colocar debajo plásticos, para proteger las otras superficies sobre la caída de líquidos. Para luminarias de cocina, se debe usar desengrasante, ya que se suele adherir grasa también en la lámpara.
Por otro lado, las bombillas también acumulan polvo y esto hace que se reduzca su luminosidad. Los especialistas aconsejan también darles una limpieza de vez en cuando, que debe acometerse con un paño previamente humedecido. Antes que nada hay desenroscarlas, ¡no olvidemos este paso!